A menudo hablamos de las razones financieras por las que comprar una casa tiene sentido, pero, en la mayoría de los casos las razones emocionales son las más poderosas y convincentes.
Sin importar la forma o el tamaño de su espacio de vida, el concepto y la sensación de un hogar significa diferentes cosas para diferentes personas. Ya sea cierto aroma o una silla favorita, esa sensación de protección y seguridad que usted obtiene al poseer su casa propia es simultáneamente una de las más grandes y difíciles de describir.
Frederick Peters, un colaborador de Forbes, escribió recientemente sobre ese sentimiento y el orgullo que proviene de poseer una casa propia.
“A medida que los propietarios de una vivienda descubren, que vivir en una casa propia se siente diferente a vivir en una casa alquilada. No es solo que el propietario puede personalizar el espacio; toca una fibra sensible aún más fundamental que eso.
Ser propietario de vivienda mejora el deseo de autodeterminación en el corazón del sueño americano. Los propietarios de vivienda por primera vez, jóvenes o mayores no solo irradian orgullo, sino también una sensación de alcanzar algo, una sensación de estar donde pertenece. No se puede duplicar al poseer un contrato de arrendamiento de 99 años”.
En conclusión,
Poseer una casa trae una sensación de logro y confianza que no se puede lograr a través de alquilar. Si usted está debatiendo renovar su contrato de arrendamiento, ¡Reunámonos antes para contestar cualquier pregunta que tenga sobre cuáles deben ser sus próximos pasos y lo que se requiere en el mercado actual!