El año pasado comenzó con fuerza. El desempleo estaba por debajo del 4 %, los pronosticadores estaban gráciles con sus proyecciones para la economía, y el mercado de la vivienda residencial tuvo la actividad más fuerte de enero y febrero en más de una década.

Luego vino el anuncio el 11 de marzo de 2020 de la Organización Mundial de la Salud declarando COVID-19 como pandemia mundial. Dos días después, la Casa Blanca declaró emergencia nacional. Las empresas y las escuelas se vieron obligadas a cerrar, se promulgaron mandatos de mantenerse en casa y la economía se detuvo. Como resultado, el desempleo en este país se disparó al 14.9 %.

Un año después, la economía se está recuperando y los Estados Unidos ha recuperado más de la mitad de los empleos que se perdieron originalmente. Sin embargo, algunos negocios siguen cerrados y muchas escuelas todavía están luchando por reabrir. A pesar de los desafíos pasados y actuales, hay una industria que ha demostrado ser el empuje que ayuda a contrarrestar todos estos vientos en contra de nuestra economía. Esa industria es la vivienda. Notablemente, el mercado de bienes raíces residencial (incluyendo las casas existentes y la construcción nueva) ha florecido en los últimos doce meses. Las ventas han aumentado, los precios están apreciando y se están construyendo  más casas nuevas. El mercado de la vivienda ha sido un pilar de fortaleza en una economía que se está recuperando lentamente.

¿Cómo ayuda el mercado de bienes raíces a la economía?

Al comienzo de la pandemia, la Asociación Nacional de Realtors (NAR por sus siglas en inglés) publicó un informe que explicaba:

“Los bienes raíces han sido, y siguen siendo, la base de la creación de riqueza para la clase media y un vínculo critico en el flujo de bienes, servicios e ingresos para millones de estadounidenses. Representando casi el 18 % del PIB, el sector de bienes raíces es claramente un motor importante de la economía estadounidense”.

El informe calculó el impacto económico total de las industrias relacionadas con el sector de bienes raíces en la economía, así como los gastos resultantes de una venta única de viviendas. A nivel nacional, su investigación reveló que una sola casa recién construida tuvo un impacto económico de $88,416.

Así es como se desglosa:¿Cuál es el empuje mas fuerte para la economía actual en recuperación?| Simplifying The Market

El mapa siguiente muestra el impacto por estado:¿Cuál es el empuje mas fuerte para la economía actual en recuperación? | Simplifying The Market

El impacto de la venta de una vivienda ya existente es de aproximadamente de $40,000.

Los bienes raíces han hecho más por nuestro bienestar económico que prácticamente cualquier otra industria en el último año. Ha sigo como un faro de luz durante un momento muy difícil en la historia de nuestra nación.

En conclusión,

Ya sea que esté comprando una casa recién construida o una que ya existía, está haciendo un impacto económico positivo en su comunidad, y también es un paso hacia sus metas de ser propietario de vivienda.

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